La inmensidad y belleza del paisaje de Ollantaytambo conmovió no solo a los Waris e Incas sino a mi persona cuando recorrí estos lugares me asombra como los Incas supieron respetar su entorno y saber respetar a las culturas que los precedieron como los Waris conservando sus construcciones y fortificaciones a diferencia de los conquistadores europeos.
Es increíble el tamaño y formas de las piedras usadas por los Incas en muchos casos las canteras estaban ubicadas a kilómetros de distancia cruzando ríos y subiendo por empinadas montañas, un trabajo y una gesta realmente admirables.